miércoles, 30 de mayo de 2012

Rosa Luxemburgo


La noche  abre las puertas a los gritos de libertad, amores y luchas para recordar el camino que Rosa Luxemburgo transitó, para dar cuenta de esa vida heroica que atravesó, para reconducirnos a sus sueños.  Ella aparece en escena antes que la obra misma comience, está en su mundo de ideas, escribiéndolas.  Está refugiada en la casa de una familia, que le da asilo político en medio del intento de revolución que ocurre en época de posguerra (noviembre 1918 - enero de 1919). En cuanto ella  es alumbrada por  una luz cenital  ya cita alguna de esas grandes frases que caracterizaron su discurso revolucionario y  empieza a  envolverse entre sus rememoraciones.   
Sobre un escenario, casi minimalista, con pocos elementos que funcionan junto a las imágenes que se proyectan, a los sonidos y a las luces como perfectos evocadores,  la actriz se desplaza  y ejecuta las acciones contando y reviviendo distintos momentos de la propia historia de su personaje. Dichas acciones  son las que principalmente crean el espacio transportándonos a los tiempos y lugares precisos de su vida.  
La actuación  – en base a los comportamientos – de destaca por lograr  homogeneizar dicho espacio. A su vez, se nota cómo la actriz -Alejandra Arístegui- asume corporalmente la gran intensidad y  audacia de Luxemburgo, una mujer  que más allá de tener una gran fortaleza y  de llevar una bandera política a favor de una revolución radical, de comprometerse por los obreros, de reivindicar sus derechos y de  las demás ciudadanas, era una dama que amaba y se desgarraba, muchas veces,  por dentro. La transición de  los momentos al ser  gradual genera una rica  atmósfera invitándonos a descubrir el personaje integralmente, con muchos matices sobre la escena.  Se percibe, además del buen trabajo corporal, uno muy bueno de la voz, desde que se sube a las gradas para orar el discurso a los demás compatriotas al momento de desamparo que siente en la cárcel; siempre muy contundente y muy bien proyectada sin desligarse del cuerpo, asumiendo una simbiosis casi perfecta. Además se suma la voz lírica de Silvina Hilbert que encanta  un momento.
 Es así que con todo, se tiene en cuenta el ritmo   – hay momentos suaves, ligeros, giros imprevisibles  – para darle valor a cada acto y eso enriquece aún más a la obra.
En síntesis, una obra para conocer a Rosa de Luxemburgo desde un lugar otro, que la resplandece aún más

Deborah Valado


Ficha técnico artística

Autoría: Alejandra Arístegui
Actuan: Alejandra Arístegui
Cantantes: Silvina Hilbert
Vestuario: Majo Gómez Amaya
Escenografía: Majo Gómez Amaya
Diseño de luces: Mariano Arrigoni
Sonido: Dionisio Cardozo
Diseño gráfico: Jimena Durán
Asistencia de escenario: Marcela Diaz
Asistente de producción: Eliana de Maria
Asistencia de dirección: Andrea Boveri
Supervisión dramatúrgica: Silvio Lang
Dirección: Alejandra Arístegui

Web: http://www.rosaluxemburgolaobra.blogspot.com

TEATRO DEL ARTEFACTO
Sarandi 760
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4308-3353
Web: http://www.teatrodelartefacto.com.ar/
Entrada: $ 40,00 - Domingo - 19:00 hs

 

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