martes, 27 de noviembre de 2012

Despertarse



Despertarse,
enfrentarse al espejo,
ver  los mismos ojos,
el mismo rostro,
saber que día a día, el cuerpo,
ese envase misterioso,
seguiría siendo el mismo, aunque
creciera más y tuviera el doble de marcas,
una seguiría siendo la misma, aunque
no lo creyera,
pero la mirada sí cambiaría,
entonces, una se volvería extranjera,
cada vez más se alejaría de esa infancia
resguardada del verdadero caos,
en donde el tiempo era todo entero
para jugar y probar,
probar mieles,
probar pecados. 

Deborah Valado // Mayo 2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario